domingo, 1 de diciembre de 2019

La importancia del cariño




Las emociones primarias (miedo, ira, tristeza, asco, alegría y sorpresa) son necesarias para salvarnos la vida y protegernos. Que estas emociones sean útiles, prácticas y positivas para nosotros y nuestro día a día, deben durar un momento, un instante, lo justo para "salvar la vida". Este proceso lo controla y gestiona la amígdala, por tanto la sangre está en la amígdala mientras dura el "peligro" o la "situación interpretada como peligrosa" o momento de estrés.

Si las emociones perduran en el tiempo, esta situación se vuelve patológica, generando procesos bioquímicos en nuestro organismo, alteraciones metabólicoas, fisiológicas, psicológicas...

Las emociones primarias son un recurso necesario que tenemos que nos salva la vida, por tanto no debemos redundar en ellas: el miedo no debe perdurar en el tiempo, la ira no debe de ser constante, no debemos estar siempre alegres..., pues nos desequilibraría.

Para tener un adecuado estado de salud, debemos estar en equilibrio, y el pensamiento es uno de los causantes de muchos problemas que, la mayoría de las veces, no son reales (no han pasado, no pasan y nunca pasarán), provocando emociones de forma constante.

Tengamos en cuenta que cada película que vemos, cada video-juego que jugamos, cada serie de TV que vemos, cada noticia que leemos-vemos-nos cuentan, etc., están activando de forma constante a nuestra amígdala, provocando estados de desequilibrio bioquímicos constante, evitando que funcione de forma óptima nuestro hipocampo, nuestro cerebro prefrontal (atención, ver las cosas con perspectiva, tomar decisiones, aprender, creatividad...). Todo esto provoca ciertas patologías, enfermedades, pensamientos recurrentes, insomnio...

Recordemos que EL MIEDO YA NO EDUCA, LA IRA YA NO EDUCA. Por lo que dejemos de enfadarnos constantemente por todo o castigar por actitudes o conductas negativas, como si eso solucionase algo. El castigo o la ira corrige ciertas actitudes (con muy poca duración), pero con consecuencias negativas tanto para la persona que lo recibe como para la persona que lo emite: evitemos castigos, evitemos gritar...

USEMOS EL CARIÑO

Es increíble ver diariamente cómo se consiguen las cosas con el cariño (tono de voz, palabras, consecuencias reparadoras de actitudes inadecuadas...). Invito a que provéis, merece la pena.

Todos los neurocientíficos ya coinciden en que el cariño es la única manera de poder evolucionar. Os invito a que veáis al Dr Mario Alonso Puig, uno de los muchos grandes comunicadores en esta materia (aunque cada vez hay más investigadores y profesionales estudiando y aportando con todo tipo de estudios, trabajos, ponencias, libros, tesis...).


Cómo orientar nuestra realidad docente

Mario Alonso Puig explica algunos términos básicos en nuestra realidad educativa, tanto para padres como para docentes.

Las 6 motivaciones principales (Duración 2:22)

Las 2 inteligencias: Intrapersonal e interpersonal (Duración 1:41)

Cómo enfrentarse a nuevas situaciones y miedos (Duración 4:46)

La importancia del estado de ánimo del alumno y del docente (Duración 6:25)

Los mecanismos del estrés: Supervivencia y Adaptación (Duración 12:12)






Fuentes:

Gestión emocional

https://www.youtube.com/channel/UCgr_vKqokZoTYPqokyZMzwQ/videos


La estabilidad emocional depende de:
  • Mis experiencias previas desde la etapa intrauterina. 
  • El contexto donde haya crecido y desarrollado. 
  • De la cultura donde viva. 
  • Creencias de mi madre, padre y de quienes me rodean (por este orden). 
  • Las personas que han estado junto a mí sobre todo hasta los 13/15 años. 
  • Traumas no superados de mi infancia y durante mi vida. 
  • Un autoestima no suficiente (no está al 100%). 
  • Una personalidad inestable. 
  • Un apego inseguro durante la infancia. 
  • Falta de cariño (cada persona requiere un grado de cariño).
  • Sentirse aceptado como uno es por quienes te rodean. 
  • Sentirse respetado en el hogar y entorno próximo. 

Me afecta y condiciono mis acciones por:
  • “El qué dirán”. 
  • Qué pensarán de mí. 
  • Cuando se ríen de mí. 
  • Cuando juzgan una acción o un pensamiento.
  • El querer estar “siempre a la altura” cuando no me apetece. 
  • No mostrar mi verdadero “yo”, por miedo a... (que se rían, no guste...). 
  • Querer aparentar algo que no soy… 

Aprendo conductas sin quererlo de:
  • Personas afines (familiares) y no afines (cuidadores, monitores...).
  • Son como programas o conductas que se desarrollan en mi vida adulta, de forma consciente o inconsciente, pues mi cerebro tiende a repetir o a atraer lo que más nos gusta o lo que más odiamos (por Ley de atracción), pues el cerebro pone énfasis en las emociones (que son las que nos salvan la vida). Esto está gestionado por el Sistema Reticular Activador Ascendente (SRAA) situado en el tronco del encéfalo. 

Emociones no expresadas, emociones aparcadas esperando a salir: 
  • Las emociones no expresadas y mal gestionadas en mi infancia, siempre van a salir en mi vida adulta. Si las reprimo van a afectar y a condicionar mi vida, teniendo miedo a ciertas situaciones, rabia a otras (incluso sin ser consciente del porqué, pues está reprimido u olvidado -el cerebro me protege de daños del pasado-); desarrollando conductas específicas; mi cerebro me va a proteger siempre, incluso desarrollando enfermedades ante diferentes situaciones, por ejemplo: miedo a las alturas porque de bebé me lanzaron “jugando” a lo alto; miedo a bucear porque una vez me escurrí en la bañera de bebé y casi me ahogo - y mi madre ni me lo había contado pues no le dio importancia-, rabia cuando escucho gritos, pues mis padres discutían mucho siendo yo una niña, migrañas en otoño, pues en casa de mis padres en otoño había que pagar muchas facturas y mi madre se ponía a llorar cada vez que recibía otra factura, etc. 

Mis perros guardianes me protegen: 
  • Los perros guardianes son las emociones que afloran de mí cuando mi cerebro percibe una situación como amenazante o peligrosa. Es mi defensa, mi protección, mi salvavidas. Por eso debemos actuar con empatía, permitiendo y acompañando esas emociones para que sean expresadas, que salgan y el sujeto vea que no hay peligro, que no pasa nada, que tampoco pasa nada por expresar emociones. 
  • MÁXIMA: Todo lo que estropeemos debemos repararlo y/o compensarlo. Debemos ser responsables de nuestras acciones siempre. Por ejemplo, si pegamos o insultamos, debemos arreglarlo y repararlo. 

Permitamos expresar emociones: 
  • BAJO 2 PREMISAS: NO hacerse daño y NO hacer daño a nadie (gritar a un cojín o sudadera, pegar a un colchón o colchoneta…). 
  • USEMOS A LOS MEDIADORES: Bajo la máxima del “cariño”, para que el cerebro no interprete jamás un ataque y nos saque a “los perros guardianes”:
Utilizando el
con base en el CARIÑO 
y por tanto en el respeto.





Fuentes: