domingo, 15 de enero de 2023

Metáfora de la orquesta - Convivencia positiva

 



Si cada músico con su instrumento toca de una manera diferente, a su propio ritmo, con sus propias notas... sin tener en cuenta a los demás.... es probable que la sinfonía resultante no sea agradable.

De esta manera, aparecen unas partituras específicas para cada instrumento, adaptadas a la composición musical, creando una sinfonía, con una armonía y un sonido armónico, agradable de escuchar.

Cada músico practica en su casa, se prepara para luego juntarse con el resto de músicos... y tocar todos la misma sinfonía, unido a otros músicos e instrumentos. Debiendo haber un orden, un criterio común a todos, un ritmo, un compás, un tempo común.

Para eso surgen las normas, las formas de convivencia comunes a todos, con un criterio común. Eso lo establece el director de orquesta, que es el que unifica todos los criterios para que la sinfonía tenga una armonía y sea agradable.

Está claro que cada músico tiene sus preferencias, sus ritmos, sus manías, una forma de tocar su instrumento... pero tiene que convivir; tiene que adaptarse... debe adaptarse. 

De la misma manera pasa en la escuela. Cada niño, cada niña, cada familia tenéis vuestros propios criterios, una personalidad, una forma de actuar... perfectamente admirables y respetables... pero tenemos que convivir, tenemos que adaptarnos, para aprender todos juntos en la mayor armonía posible... porque el cerebro aprende mejor cuando las emociones no están activas.

Un centro educativo necesita tener un criterio de convivencia, un criterio común a todos. Cada niño y cada niña que asiste al centro debe sentirse seguro, protegido, aceptado... cuando surja un conflicto debe saber gestionarlo o que le ayuden a gestionarlo, para que cada día sea un aprendizaje positivo.

Debemos acompañar la personalidad de cada menor, siempre con coherencia, con empatía, con respeto... pero cada menor debe adaptarse a una convivencia en el centro (como en la metáfora de la orquesta), para que la sinfonía no desentone... Y eso depende de todos...

Madres, padres, familias, niños, niñas, maestras, maestros... necesitamos tocar al mismo compás y unificar criterios... Gracias por vuestro apoyo, por vuestra comprensión, por vuestro esfuerzo diario...



La convivencia positiva es posible.
Depende de todos y cada uno de nosotros.

Unifiquemos los criterios educativos.
La coherencia es la base
junto con el respeto y el cariño.