domingo, 14 de noviembre de 2021

Neuronas espejo


 

Podemos observar en el siguiente cortometraje un ejemplo de cómo funcionan las neuronas espejo:


Las neuronas espejo también funcionan con el resto de las emociones: ira, miedo, asco, tristeza... y sentimientos tanto positivos (bondad, generosidad, felicidad, fortaleza...) como negativos (vergüenza, culpa, angustia, pena, lástima...). Cuando "forzamos" a nuestro cerebro a un entorno con sentimientos positivos, nuestro entorno se convierte en positivo para el cerebro, y por tanto para el subconsciente. De esta manera, estamos condicionando a todo nuestro organismo a reaccionar de forma positiva con todos los procesos químicos internos a nuestro favor (hormonas, neurotransmisores, sensaciones, órganos en equilibrio...).

Por el contrario, cuando los sentimientos son negativos, nuestro entorno se convierte en negativo (imaginemos el resultado de educar con el miedo y los castigos, conseguimos corregir ciertas conductas y durante un tiempo más o menos "determinado", pero con consecuencias no tan positivas para nuestro subconsciente y nuestro organismo). Debemos conseguir poder evolucionar y aportar nuestro granito de arena para mejorar nuestro entorno, aunque las condiciones externas no sean favorables. Cada persona elige y decide con qué sentimientos y emociones contagiarse y, por tanto, contagiar. A veces resulta necesario forzar las situaciones como positivas por propio egoísmo de estar bien, sanos y equilibrados, aunque la propia situación sea en sí ya "negativa"; como por ejemplo una discusión o "pelea", para poder "ganar" y estar bien, dejar que los demás tengan su razón y no imponer la nuestra:

"Para ganar la guerra a veces es mejor perder una batalla" (educandoeldespertar)

Formas de conseguir un entorno positivo y favorecedor de sentimientos positivos:

  • Música clásica o armónica.
  • Música alegre.
  • Chistes o vídeos de humor positivo (humor donde no se abuse de nadie, no nos riamos de desgracias ajenas, etc.).
  • Ayudar a otras personas.
  • Colaborar en casa o en el grupo de trabajo aunque no nos lo pidan y sin esperar nada a cambio.
  • Comer sano (reducir en lo posible el consumo de azúcar y productos dañinos).
  • Contar historias con final positivo o agradable.
  • Ver películas de comedia o series de humor.
  • Hacer actividad física moderada.
  • Etc.

Formas de mantener un entorno negativo que deberíamos reducir:
  • Ver las noticias en los medios (fomentadores del miedo).
  • Recibir noticias tristes, aljarse de personas que cuentan penas.
  • Ver películas de acción, de terror o que infundan agresividad, ira o miedo.
  • Competición deportiva sin control.
  • Enfadarse por perder en competiciones de cualquier índole.
  • Comer mucha azúcar, mucha grasa animal u otros alimentos insanos.
  • Enfadarse con las situaciones (el enfado nunca ha resuelto nada, ni lo resolverá favorablemente).
  • Etc.


Cada persona es diferente, cada situación es distinta, en cada lugar hay dinámicas distintas de pensamiento... por lo que cada persona es la responsable de mantener "su mundo" en equilibrio por su propio beneficio.


Recordamos la definición de salud según la OMS: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» (Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, 1946). Un estado mental equilibrado y positivo hace que nuestros sentimientos y emociones sean positivos... 

...cuidemos la mente.

sábado, 17 de julio de 2021

Sentimientos dignos a reflexionar: La culpa y la vergüenza

 


En primer lugar, vamos a repasar el concepto de sentimiento, pues quizás nos lleve a interpretarlo de manera incompleta o inadecuada.

La mayoría de los autores reconocen las emociones como 6: miedo, ira, asco, tristeza, sorpresa y alegría, también consideradas como emociones primarias.

Las emociones secundarias o sentimientos, son un estado de conciencia que motivado por un pensamiento, ha activado una o más emociones en nosotros. Veamos un cuadro de sentimientos (extraído de https://rinconpsicologia.com/lista-de-emociones-y-sentimientos, por Jennifer Delgado Suárez):

Sentimientos positivos

Sentimientos negativos

Sentimientos ambivalentes

  • Amor
  • Afecto
  • Compasión
  • Generosidad
  • Gozo
  • Júbilo
  • Esperanza
  • Admiración
  • Libertad
  • Logro
  • Justicia
  • Agradecimiento
  • Aceptación
  • Acompañamiento
  • Bondad
  • Apreciación
  • Benevolencia
  • Orgullo
  • Amabilidad
  • Alivio
  • Empatía
  • Integridad
  • Humildad
  • Apego
  • Aprobación
  • Concentración
  • Suficiencia
  • Armonía
  • Honestidad
  • Templanza
  • Tolerancia
  • Motivación
  • Felicidad
  • Firmeza
  • Fortaleza
  • Autonomía
  • Honorabilidad
  • Solidaridad
  • Optimismo
  • Satisfacción
  • Seguridad
  • Comprensión
  • Simpatía
  • Cariño
  • Pasión
  • Estima
  • Entusiasmo
  • Respeto
  • Paz
  • Placer
  • Compromiso
  • Fervor
  • Encanto
  • Competencia
  • Plenitud
  • Omnipotencia
  • Euforia
  • Éxtasis
  • Ilusión
  • Apoyo
  • Contento
  • Interés
  • Confianza
  • Alborozo
  • Cuidado
  • Dignidad
  • Enérgico
  • Vitalidad
  • Complacencia

  • Melancolía
  • Abandono
  • Aburrimiento
  • Abuso
  • Necesidad
  • Ausencia
  • Desmotivación
  • Susto
  • Amargura
  • Angustia
  • Agresión
  • Agobio
  • Vacilación
  • Ansiedad
  • Venganza
  • Valentía
  • Fastidio
  • Vergüenza
  • Vacío
  • Hastío
  • Hostilidad
  • Humillación
  • Menosprecio
  • Mezquindad
  • Temor
  • Terquedad
  • Terror
  • Traición
  • Molestia
  • Abrumado
  • Lástima
  • Manipulación
  • Fobia
  • Fracaso
  • Fragilidad
  • Frustración
  • Furia
  • Soledad
  • Imperturbabilidad
  • Parálisis
  • Rencor
  • Recelo
  • Pudor
  • Desprotección
  • Miseria
  • Pavor
  • Preocupación
  • Prepotencia
  • Pesimismo
  • Incongruencia
  • Pena
  • Pereza
  • Pesadumbre
  • Odio
  • Enfado
  • Engaño
  • Estrés
  • Perdido
  • Enjuiciamiento
  • Enojo
  • Envidia
  • Ofendido
  • Espanto

  • Entristecimiento
  • Estupor
  • Impaciencia
  • Desconfianza
  • Impotencia
  • Desconcierto
  • Incapacidad
  • Incompatibilidad
  • Incomprensión
  • Desventura
  • Indignación
  • Inestabilidad
  • Infelicidad
  • Inferioridad
  • Injusticia
  • Destrucción
  • Desamor
  • Insatisfacción
  • Inseguridad
  • Insuficiencia
  • Intolerancia
  • Irritación
  • Celos
  • Culpa
  • Censura
  • Cólera
  • Contrariedad
  • Dependencia
  • Depresión
  • Derrota
  • Desaliento
  • Desamparo
  • Desánimo
  • Desasosiego
  • Desconsideración
  • Abatimiento
  • Desconsuelo
  • Desdicha
  • Resquemor
  • Desencanto
  • Desesperación
  • Desgano
  • Desilusión
  • Desolación
  • Petrificación
  • Desorientación
  • Desprecio
  • Hambruna
  • Desprestigio
  • Desvalimiento
  • Devaluación
  • Dolor
  • Disgusto
  • Lástima
  • Desidia
  • Disforia
  • Exasperación
  • Remordimiento
  • Agravio
  • Obnubilación
  • Aflicción
  • Decepción

  • Nostalgia
  • Añoranza
  • Lujuria
  • Unidad
  • Atracción
  • Alarma
  • Asombro
  • Valentía
  • Alteración
  • Soberbia
  • Vulnerabilidad
  • Valoración
  • Tentación
  • Paciencia
  • Ambivalencia
  • Ternura
  • Deseo
  • Timidez
  • Tranquilidad
  • Arrepentimiento
  • Paranoia
  • Turbación
  • Frenesí
  • Confusión
  • Serenidad
  • Sometimiento
  • Sumisión
  • Sosiego
  • Rebeldía
  • Rechazo
  • Pertenencia
  • Compromiso
  • Dicha
  • Repugnancia
  • Resentimiento
  • Reserva
  • Persecución
  • Obligación
  • Ostentación
  • Excitación
  • Dominación
  • Extrañeza
  • Inconformidad
  • Incredulidad
  • Resignación
  • Indiferencia
  • Intrepidez
  • Intriga
  • Invasión
  • Impulsividad
  • Calma
  • Consuelo
  • Inquietud
  • Correspondencia
  • Curiosidad
  • Cercanía
  • Congoja
  • Titubeante
  • Desdén
  • Regocijo
  • Exaltación
  • Condescendencia
  • Ecuanimidad
  • Apatía
  • Inspiración
  • Seriedad
  • Trance
  • Obstinación
  • Arrojo
  • Perplejidad

Un sentimiento, por tanto, se refiere tanto a un estado de ánimo como también a una emoción conceptualizada que determina el estado de ánimo. Dicho de otro modo, la interpretación de algo: una palabra, un gesto, una imagen, un sonido, un olor... puede provocar un estado de ánimo emocional en un individuo; cada individuo tendrá una respuesta específica en función de sus experiencias previas o de los programas de su subconsciente.

En este sentido, afirmamos que el proceso de comunicación, tanto verbal como no verbal, va a provocar un estado u otro en cada uno de nosotros, independientemente de la intención del emisor del mensaje.

Una vez activada una emoción primaria, es muy difícil pararla, por eso hay que atenderla y gestionarla, dejando una huella difícil de borar en el subconsciente. En este Blog ofrezco una entrada para gestionar las emociones con el Método de Resolución de Conflictos.

Por eso debemos vigilar nuestras palabras, nuestros gestos o nuestras intenciones cuando estamos con los niños y las niñas, somos responsables de su salud mental y emocional, entre otras cosas.

No quiero enrollarme mucho en este tema, sólo quiero pararme en dos sentimientos que muchos autores, científicos y expertos en neurociencia ya nos están informando, y son la culpa y la vergüenza.

David R. Hawkings (psiquiatra, investigador, escritor, conferenciante) lo explica muy bien en su mapa de la conciencia, colocando la culpa y la vergüenza en la escala más baja y las que más daño hacen.

El Dr Eduardo Calixto González (médico cirujano, doctor en neurociencia, posdoctorado en fisiología cerebral, investigador, docente de la UNAM, escritor...) así lo afirma y lo alerta en muchas de sus conferencias. Veamos un extracto:


El Dr Mario Alonso Puig (doctor médico y cirujano por la universidad de Hardvard, experto en neurociencia, investigador, docente, escritor), expresa claramente que no hay que humillar a nadie y no hacer que nadie se sienta culpable (fuente: https://webdelmaestrocmf.com/portal/mario-puig-no-humilles-a-nadie-y-no-hagas-que-nadie-se-sienta-culpable).

David Montero Bosh (profesor de filosofía de enseñanza secundaria, autor de diversos trabajos en revistas especializadas), expone en un artículo su criterio: "La ambigüedad de la culpa y la vergüenza y las técnicas de dominación".

No quiero seguir exponiendo la importancia y necesidad de impedir en todo momento utilizar estos sentimientos en otras personas como forma de querer conseguir cambios, porque nada más lejos, conseguiremos estados emocionales que van a perjudicar muchísimo a la persona, y en caso de ser un menor de 12 años, se va a grabar en el subconsciente lesiones más fácilmente que en el adulto, difíciles de corregir, que le van a condicionar su futuro.

El sistema educativo tradicional se ha basado en conseguir resultados a través de emociones negativas, castigos, recompensas... cuando ya se ha visto y se está viendo ya sobradamente, que los resultados son mucho más amplios y con muchos más beneficios, cuando se trabaja en base a sentimientos positivos.

Nadie dijo que fuera fácil, pero debemos seguir intentando mejorar nuestro entorno, porque somos los responsables; los niños y las niñas nos necesitan.







 

jueves, 13 de mayo de 2021

Cuidado, niños creciendo. Vigilemos sus emociones


Muchos me han preguntado que por qué es tan recomendable este libro de juegos para padres, educadores o docentes. Y realmente el título puede dar lugar a una interpretación incompleta.

El título del libro podía haber sido “cuidado, niños creciendo. Vigilemos sus emociones”, pero como el aprendizaje real en la infancia se crea básicamente a través del juego, ya sea reglado, espontáneo o a través de las experiencias de cada momento, opté por “Atención, niños jugando”, con la relación subconsciente entre juego y aprendizaje de la infancia vinculado siempre con las emociones.

El libro está creado en base a muchos estudios de investigación de innumerables autores en base a la neurociencia, neuroeducación, educación emocional… muy reconocidos (Manfred Spitzer, Ken Robinson, Anna Forés, César Bona, Eduard Punset, Carlos González, Carlos Espinosa, Daniel Goleman, Cecilia Ramos, Steve Bhaerman, António C. Rosa Damásio, Pablo Fernández Berrocal, Rafael Bisquerra, Roberto Aguado, Paul D. MacLean, David A. Sousa, Tomás Ortiz…y un largo etcétera), donde se han recogido todas las ideas principales y se ha sintetizado en la realidad, en la práctica del día a día y en lo que SÍ FUNCIONA.

Se tratan muchos temas y puntos necesarios hoy en día para tener en cuenta, por lo que el libro se transforma en una guía básica y sencilla para padres, docentes, acompañantes, educadores… y cualquier persona que esté cerca de un niño o una niña, incluso para entender a "tu niño" o "tu niña” interior. Así las familias con las que trabajo pueden entender mi metodología y mi enfoque pedagógico.

Los temas que se tocan en el libro son:

INTRODUCCIÓN

1. Cambio de paradigma 

2. Educación  

3. Aprendizaje

4. Enseñanza

4.1. Exámenes

5. Coherencia

6. Emociones

6.1. Las madres

6.2. El poder de la palabra

7. Conflictos

7.1. Método de resolución de conflicto emocional con mediador

7.2. Método de resolución de conflicto emocional sin mediador

7.3. Los niños como mediadores

7.4. Aplicación práctica para un entorno escolar 

7.5. El perdón

8. El miedo  

9. Tiempo

10. Deporte

11. Juego

11.1. Ganar o perder

11.2. Los juguetes

12. Actividad física

12.1. Actividad física en niños

13. Competición

14. Consumismo

15. La socialización  

16. Castigos y premios

     16.1. Prohibiciones

17. La nutrición

18. La violencia entre iguales. bullying 

19. La educación física

20. Enfoque del sistema educativo actual

21. Cómo jugar

21.1. Precedentes en los juegos 

21.2. Niño difícil, historia difícil

22. Crea tu realidad

23. Bibliografía consultada

24. Referencias utilizadas